Las mujeres machistas

Durante décadas, las mujeres han luchado por alcanzar la igualdad en muchos ámbitos de la vida pública y privada. Desde 1953, que la mujer pudo obtener el derecho a votar en México, hasta el día de hoy en que continúan peleando por la igualdad en el ámbito laboral, las mujeres son quizás una de las paradojas más grandes: un grupo que aunque numéricamente son mayoría, han sido históricamente discriminadas y tratadas como minoría.

En México, el 2015 es otro año importante en términos de la lucha por la igualdad de género. A partir de las elecciones de este año, y debido la reforma en materia electoral, uno de los cambios importantes en este proceso electoral es el de la paridad de género en las postulaciones de los partidos. Como consecuencia de ello, este año (en teoría) veremos muchas más campañas de mujeres como candidatas a diferentes puestos de elección popular.

El tema de las cuotas de género y la paridad en la postulación es uno que puede resultar bastante controversial. Por un lado, resulta un gran avance para la igualdad en México. Sin embargo, también ha sido bastante criticado por el hecho de que tenga que ser a través de una “imposición” que los partidos “se vean forzados” a postular mujeres a cargos públicos, en lugar de ser una acción que se dé de manera natural. Incluso hay quienes sostienes que medidas como estas solo ocasionan que las personas sean postuladas por su género antes que por sus capacidades.

Independientemente de la visión que se tenga del tema, la realidad es que este año (en teoría) habrá más mujeres compitiendo por el voto de los mexicanos. Aunque en principio esto debería ser algo deseable, la verdad es que también será una oportunidad excelente para ver de frente el machismo y la misoginia que siguen imperando en nuestra sociedad. Desafortunadamente, todo parece indicar que aún a 62 años de la inclusión de las mujeres en la vida política de nuestro país, los estereotipos de género siguen siendo una constante en el discurso público. Para muestra bastan un botón (o tres):

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Tristemente, sólo me tomó 4 minutos y dos notas encontrar estos tres ejemplos. Esto demuestra que comentarios misóginos como los anteriores siguen siendo bastante abundantes en pleno 2015. Claro está que esto difícilmente cambiará si no se promueven acciones como la paridad en la postulación, pues obligan a la sociedad a enfrentar sus ideas preconcebidas sobre las mujeres en la vida política e, idealmente, contribuirán (se supone) a que en un futuro comentarios como estos dejen de existir. Es decir, entre más mujeres formen parte de la vida pública, más se socializará el tema y, eventualmente, dejará de ser cuestionable y criticable el rol de las mujeres en la política.

El problema más grande está cuando la perpetuación de estereotipos machistas proviene no de los hombres, sino de las mujeres mismas, pues en cierta medida legitiman estas actitudes y comentarios. Es algo desafortunado y bastante perverso. Algo así como un gay homofóbico, o un afrodescendiente racista. La idea de las cuotas de género es que las mujeres puedan competir en condiciones de igualdad por un cargo público, contra hombres o contra otras mujeres, y que el debate permita evaluar las cualidades de las candidatas y los candidatos para elegir a la mejor persona.

Pero, ¿qué pasa cuando una candidata se basa en estos estereotipos para hacer campaña?

Les presento a Ivonne Álvarez. Ivonne es la primera candidata del Partido Revolucionario Institucional para gobernadora de Nuevo León y la única mujer en la contienda por la gubernatura. Ivonne ha sido duramente criticada por muchas razones. Desde su pasado como conductora de un programa de música grupera, hasta su constante “chapulineo” político al brincar de alcaldesa, a senadora y ahora a candidata a la gubernatura, abandonando cada uno de sus puestos. Independientemente de todo esto, Álvarez fue presentada con una valiosísima oportunidad de hacer una campaña de altura que permita combatir las nociones negativas sobre las mujeres en la vida política. Desafortunadamente, pareciera ser que Ivonne ha decidido perder esta oportunidad tal como se observa en uno de sus spots de campaña:

Dos frases son especialmente rescatables del spot de Ivonne:

“Tienes experiencia. Nos entiendes. Eres mamá.” “¿Y cómo le harías con todo el Estado? De la misma forma, como tú cuidarías a tus hijos.”

¿Qué estás tratando de decirme Ivonne? ¿Que debo votar por ti porque eres mamá? ¿Que tu amor de madre la cualidad principal que te destaca y que me motivará a elegirte para que me cuides como me cuidaría mi mamá? ¿Que los hombres no entienden del cuidado de los hijos? ¿Que las mujeres son buenas por ser madres? ¿Que una mujer que no es mamá no entiende y no tiene habilidades para gobernar porque no tiene ese instinto maternal que la motiva a cuidar a otras personas?

Son muchos los perversos mensajes que se esconden detrás del spot de Ivonne Álvarez. Pero quizás lo más perverso es que son tan sutiles y que no mucha gente los notará. Y lo que es peor aún, que esos mensajes están puestos ahí de manera deliberada para apelar a las emociones y a las ideas preconcebidas y estereotipadas que existen en la mente de las electoras y los electores.

Desafortunadamente, campañas como la de Ivonne van en contra de la esencia misma detrás de las cuotas de género. Son campañas machistas, cargadas de estereotipos misóginos y que en lugar de contribuir a erradicar las nociones que existen sobre las mujeres en la vida pública, solo terminan por reforzar la idea de las mujeres como madres, como amas de casas, como cuidadoras, como el sexo débil.

@ferelgar

3 thoughts on “Las mujeres machistas

    • Pues porque le quita fuerza a que el hombre también puede ser padre y trabajar en el hogar, además de que se refuerza el estereotipo (la idea) y no lo que la realidad exige, que es igualdad sustantiva (para ser exactos), querido Daniel.

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